El temperamento (proviene del latín temperamentum: ‘medida’) es la peculiaridad e intensidad individual de los afectos psíquicos y de la estructura dominante de humor y motivación. Es la manera natural con que un ser humano interactúa con el entorno. Puede ser hereditario y no influyen factores externos (sólo si esos estímulos fuesen demasiado fuertes y constantes); es la capa instintivo-afectiva de la personalidad, sobre la cual la inteligencia y la voluntad modelarán el carácter (en el cual sí influye el ambiente); ocupa también la habilidad para adaptarse, el estado de ánimo, la intensidad, el nivel de actividad, la accesibilidad, y la regularidad.
El temperamento está relacionado con la influencia endocrina (que se debe a los genes, y que se manifiesta en determinados rasgos físicos y psicológicos). El temperamento y el carácter definen la personalidad del ser humano; y la diferente combinación e intensidad que éstos se manifiesten en sus diferentes áreas, nos hacen únicos y humanos. Los temperamentos o el temperamento es el rasgo descriptivo habituado al estilo de actuar que nos distingue de los demás como únicos e irreemplazables, de modo que podamos armonizar con ellos.
El temperamento es uno de los aspectos más complejos de entender en la psicología. Hay menos probabilidad de encontrar dos temperamentos idénticos que dos huellas dactilares iguales. El temperamento esta integrado por un conjunto de mecanismos mentales a los que se les llama componentes.
Los componentes son realmente fuerzas dinámicas del temperamento que se manifiestan en ciertos tipos de comportamiento. Cada individuo tiene en su composición, y en algún grado, todos los componentes, pues cada componente contribuye con una cierta cantidad de fuerza al temperamento total o patrón de comportamiento. Estas fuerzas de distinta intensidad se combinan, se neutralizan, se refuerzan y/o se alternan entre sí. En realidad, las fuerzas actúan en sinergia de manera continua, para producir un comportamiento distinto completamente de cualquiera de los mecanismos básicos.
El Dr. Humm Wadsworth clasificó las componentes del temperamento de la siguiente manera:
- Componente Normal
- Componente Histeroide
- Componente Mánico
- Componente Depresivo
- Componente Autistico
- Componente Paranoide
- Componente Epileptoide
Hay innumerables combinaciones posibles, así el comportamiento de un individuo no está estimulado por sólo uno de los componentes o fuerzas temperamentales. Además, el Dr. Humm Wadsworth identificó a uno de los componentes, como el responsable de disminuir o intensificar a los demás, por la fuerza especial de integración, denominándolo "Componente Normal" (Yo prefiero denominarla "Componente controladora o atenuadora").
El control o dominio de sí mismo, influirá en el grado en que los otros componentes se presenten y determinará también si las manifestaciones de estos van a ser beneficiosas y/o perjudiciales. Al mismo tiempo la inteligencia puede proporcionar un control y un cambio de dirección a los impulsos temperamentales, pues las personas inteligentes tienen más oportunidades de cambiar lo que les rodea y más habilidad para lograrlo. Son más capaces de evitar o suavizar los esfuerzos morales que puedan disminuir su control sobre las tendencias fuertes que les pueden arrastrar a comportarse de una manera perjudicial para ellas.
Una Componente Normal adecuada y una inteligencia desarrollada, ayudarán a las personas a utilizar las tendencias del comportamiento con mejores resultados. Por otra parte, una Componente Normal inadecuada, con o sin una inteligencia desarrollada, es una desventaja visible y conduce generalmente a un comportamiento que indica que el individuo necesita una ayuda externa.
En las próximas entradas del blog, intetaré describir estas fuerzas o componentes temperamentales, primero solas y después considerando algunas combinaciones comúnmente identificadas (combinaciones que se presentan con mayor frecuencia), describiendo los patrones típicos de conducta de estas personas.
En la realidad, existen individuos que no tienen ninguna componente fuerte, pero poseen un término medio de algunos o todos los componentes. En ocasiones, se puede presentar el caso de que aparentemente un individuo no posea alguna de las componentes, por lo que hará falta de un juicio claro, para reconocer las diferencias individuales y decidir qué manifestaciones de los componentes son las adecuadas para la persona que se analiza.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario